Si vas a hacer una lista de propósitos para el 2018, desde Ataraxia te proponemos algunos hábitos o pautas con las que trabajar este año tu salud mental, y te explicamos por qué es importante comprometernos a cuidar de ella.
1. Esfuérzate por conocerte
La capacidad de saber distinguir qué quieres y qué no quieres en tu vida (personas, situaciones, sentimientos, pensamientos, etc.) es lo que se conoce como autoconocimiento. Es una habilidad que nos permite vivir de una manera un poco más saludable, ya que el siguiente paso de conocerse a unx mismx es respetar lo que necesitas.
Si hay alguien en tu vida que te aporta más cosas negativas que positivas, si tu trabajo te está llevando emocionalmente a tu límite, si notas que el estrés puede contigo, si no dejas de posponer cosas que quieres hacer por anteponer cosas que debes hacer… Date la oportunidad de parar, sentarte y pensar cómo estás viviendo y si realmente quieres cambiar algo. Busca estrategias que te hagan sentir mejor. Y si no sabes cómo hacerlo, llegamos al siguiente punto.
2. Pide ayuda
Igual que no tienes todos los conocimientos necesarios para saber qué hacer cuando tu coche te deja tiradx o no tienes ni idea de cómo arreglar el electrodoméstico de tu casa que se ha estropeado, nadie tiene todas las habilidades para saber manejar correctamente su mente ni su vida.
En el caso de tu coche o tu lavadora no dudas en pedir ayuda a otra persona que sí sabe manejarlo, ¿por qué no hacer lo mismo con el resto de áreas de tu vida? Si hay algo que quieras cambiar, tienes un problema o simplemente quieres aprender a gestionar mejor tus emociones no tengas miedo de pedir ayuda, ya sea a gente de tu alrededor o a profesionales.
3. Acepta el cambio
El mundo cambia constantemente y las personas cambiamos con él. Aceptar que ninguna situación va a seguir igual de por vida nos parece fundamental para poder estar tranquilxs ante lo que venga. Lo mismo sucede con las emociones, ya sean emociones agradables o desagradables, pasarán, cambiarán…Nada es para siempre. Las personas tampoco lo somos, relaciones amorosas que cambian y ya no se adaptan a nuestras necesidades, amistades con las que compartimos cada vez menos cosas, intereses personales que dejan de interesarnos…El cambio es inevitable y DESEABLE, deja de luchar contra los cambios, fluye con ellos. Cuando aceptamos los cambios perdemos cosas que teníamos pero ganamos nuevas oportunidades.
4. Acepta las cosas como son
Sin renunciar a ser lxs mayores responsables de nuestra vida y ser parte activa de nuestro día a día, es importante asumir que hay situaciones y personas que no cambian. Pasamos mucho tiempo de nuestra vida intentando cambiar situaciones y personas a nuestro antojo y esto desgasta… mucho. Si seguimos con esa tónica podemos acabar enquistadxs en la queja y en la amargura constante. Aceptar que siempre habrá cosas que por mucho que nos empeñemos no serán como nosotrxs queremos es una tarea muy difícil pero necesaria. Aceptar la realidad tal y como es y elegir si queremos estar ahí o no es una decisión valiente y sana que nos permite crecer y evolucionar.
5. Responsabilízate de tu bienestar
Esto no quiere decir que tengas la culpa de todo lo que te pasa ni que atraigas las cosas buenas o malas a tu vida con tu comportamiento. Significa que lxs dueñxs de nuestra vida somos nosotrxs, somos las personas que mejor nos conocemos y con quien vamos a tener que vivir toda la vida así que aunque suene a tópico, nuestro bienestar es nuestra responsabilidad. Si quieres cambiar algo que te genera malestar en tu día a día, sé el primer abanderadx de ese cambio, independientemente de que pidas ayuda a profesionales o a tus seres queridos, nadie puede vivir tu vida y nadie puede cambiar por ti.
Como sabemos que esto de los propósitos de año nuevo/ curso nuevo está cargado de buenas intenciones pero después casi nadie los llevamos a cabo, te diremos que no te preocupes por no alcanzar todo lo que te propongas. Quiérete, intenta ser más consciente cada día de cómo eres y de lo que quieres, vive tu vida y cuando lo necesites pide ayuda sin miedo.